
William Parra Navarrete.- Mérida, Yuc. 19 de nov.- El trabajo infantil es una realidad en Yucatán, se ha incrementado en Yucatán en el último lustro de un 11,9 a 15 por ciento, según revelan cifras de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).
Las cifras de la paraestaral advierten que, cerca de 71 mil niños yucatecos son explotados con actividades comerciales y de servicios con la remuneración adecuada, protección social y las condiciones para ejercer actividades económicas, primordialmente en la vía pública, en el ambulantaje.
Los datos que aporta el ENTI, detallan que, 1 de cada 6 niños yucatecos deben de compensar sus actividades educativas con labores de diferentes tipos, muchas veces en unidades económicas familiares. De esta manera, Yucatán se ubica en el sitio 14 de los estados del país con mayor tasa de menores de edad que se desempeñan en actividades económicas.
Los números del ENTI 2022 -última cifras oficiales- especifican que, en nuestro estado se registran 15 niños por cada 100 mil habitantes en actividades económicas, muchos de ellos, en tareas infrahumandas, en tanto que la media nacional es de 13,1 por cada 100 mil habitantes.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), utiliza el término “trabajo infantil” como toda función que priva a los infantes de su niñez, su potencial y su dignidad; dañino para su desarrollo físico y psiemocional.
Es importante establecer que, este fenómeno ha ido creciendo de manera silenciosa tanto en Mérida, como en municipios del estado en los últimos cinco años, ya que el el reporte de 2019 del propio ENTI se estimó que el número de menores en situación laboral superaba los 55 mil niños.
Es importate destacar también que, por usos y costumbres, los niños que acompañan a sus padres a las actividades agrícolas no se consideran como “trabajo infantil” ya que, es la forma tradicional de recibir información sobre saberes, conocimiento e información sobre la vida del trabajador agrícola y la herencia natural para continuar esta actividad.
Sin embargo, otras actividades vinculadas al comercio, si están prohibidas y sancionadas en el Código Penal, establecido como trata de personas, explotación y abuso de un menor, con sanciones punitivas contra los explotadores, aún y cuando fueran sus padres.
Si bien, las autoridades de los tres niveles de gobierno tienen responsabilidad directa en la vigilancia, atención, cuidado, protección y seguridad de los niños, muy pocas ocasiones se han establecido denuncias concretas y sanciones administrativas y penales contra las personas que explotan y abusan de los niños.
En Yucatán los niños que se encuentran en situación de trabajo infantil suelen estar fuera del sistema educativo o en riesgo de abandonar los estudios por bajo rendimiento. Según cifras de la Secretaría Estatal de Educación, el índice de abando escolar ha crecido en el estado en cerca de 4 por ciento en los últimos diez años.
Es común que, una familia que no cuenta con los niveles económicos adecuados, se encuentra por debajo de los niveles de bienestar usa la fuerza laboral de sus hijos para compensar la falta de condiciones para sus gastos en general. Esta situación es detonante de otros vicios que se reflejan ante la mínima productividad del menor y debiban en violencia intrafamiliar, abuso y agresión en el seno familiar.