
Eduardo May.- Mérida, Yuc. 9 de enero.- La Coparmex hizo un nuevo llamado los tres tres niveles de gobierno a impulsar de manera decida la creación de empleo formal, luego de la caída de 405 mil plazas en 2024, condición que ha derivado en el incremento de la informalidad, según registros del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Si bien, Yucatán ocupa el lugar 32 del país, con menor tasa de desempleo, la informalidad en Yucatán alcanza el 60 por ciento de los empleos y el registro de Personas Económicamente Activas (PEA) según reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Por ello, Coparmex insistió al gobierno federal, al registrarse el número más alto de empleo perdido en los últimos 10 años.
El organismo empresarial reconoció que, la disminución tiene un componente estacional debido a la conclusión de contratos temporales y la menor actividad económica típica de fin de año, por ello, la magnitud de esta cifra refleja un entorno económico que ha debilitado la generación de puestos de trabajo en todo 2024, se informó.
Coparmex indicó que, el IMSS reportó que durante 2024 se crearon apenas 213 mil 993 nuevos empleos formales, lo que representa un crecimiento anual de apenas 1.0 por ciento, que representa la cifra más baja anual en los últimos cinco años, cuando la pandemia de COVID-19 provocó una contracción del mercado laboral.
Además, esta cifra se encuentra muy lejos del promedio de los últimos diez años, que supera los 519 mil empleos anuales, y aún más distante de los 1.2 millones de puestos que se requieren para absorber la demanda laboral de los jóvenes que cada año se incorporan al mercado.
Adicionalmente, la informalidad laboral, una de las problemáticas más persistentes en el mercado de trabajo, alcanzó en noviembre de 2024 una tasa nacional del 54.5 por ciento en el país, lo que representa un incremento de 0,5 puntos porcentuales respecto al mes anterior. Esta elevada proporción refleja la falta de incentivos y condiciones adecuadas para que los trabajadores y las empresas migren hacia esquemas formales, limitando así su productividad y su acceso a la seguridad social y otros derechos esenciales.
La caída en el empleo no es un fenómeno aislado sino el reflejo de una desaceleración económica que afecta especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas -Mipymes-, las cuales enfrentan mayores costos laborales y operativos, junto con una falta de apoyos e incentivos gubernamentales. Estas condiciones limitan su capacidad para sostener o ampliar su plantilla laboral, lo que impacta directamente en la creación de empleos formales.
El panorama se agrava al observar que 11 estados registraron pérdidas netas de empleo durante 2024, destacando Tabasco -12.2, Campeche, -4.2 por ciento y Zacatecas -2.8. Estas cifras confirman que los retos del mercado laboral no se limitan a las dinámicas estacionales, sino que responden a problemas estructurales que deben ser atendidos de manera urgente.
En su caso, en Yucatán cerró con cifras positivas en creación de empleo formal, pero de la misma forma, cifras al alza en informalidad, lo que establece que, la economía ‘sumergida’ genera un alto costo para la sociedad, ya que estas empresas no pagan impuestos y contribuyen a la tarea de responsabilidad compartida en el crecimiento del estado.