
El nearshoring representa una oportunidad histórica para México, pero hasta ahora el país no ha logrado capitalizar su potencial de manera efectiva, señala un análisis del CEESP.

El nearshoring se convirtió en una estrategia clave para muchas empresas globales que buscan reducir costos de producción y minimizar riesgos en sus cadenas de suministro. México, por su cercanía con Estados Unidos y su red de tratados comerciales, debería ser uno de los principales beneficiarios de esta tendencia.
Sin embargo, hasta ahora, el país no ha logrado concretar inversiones significativas derivadas de este fenómeno. ¿Cuáles son las razones detrás de esta situación y qué puede hacer México para capitalizar mejor esta oportunidad?
La promesa del nearshoring y la realidad en México
El proceso de relocalización de empresas debería haber convertido a México en un destino altamente atractivo para la inversión extranjera directa (IED). De hecho, el país se ubica como el noveno receptor de IED a nivel mundial, según datos de la UNCTAD.
Sin embargo, esto no necesariamente significa que México esté aprovechando al máximo el nearshoring, ya que los flujos de inversión no han crecido al ritmo esperado, de acuerdo con el Análisis Económico Ejecutivo, Centro de Estudios Económicos del Sector Privado – CEESP.
Uno de los factores clave que ha generado incertidumbre entre los inversionistas es la falta de un buen ambiente de negocios. La inseguridad, la corrupción y la falta de certeza jurídica han sido obstáculos importantes que han frenado el crecimiento de nuevas inversiones.
Factores que limitan la llegada de inversiones por nearshoring
Inseguridad y corrupción
- México cayó 14 posiciones en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional en 2024, ubicándose en el puesto 140 de 180 países.
- La inseguridad en distintas regiones del país afecta directamente la toma de decisiones de empresas que buscan establecer operaciones en territorio mexicano.
Falta de infraestructura adecuada
- A pesar de la existencia de parques industriales y corredores logísticos, la infraestructura en algunas regiones no es suficiente para absorber una demanda elevada de nuevas empresas.
- La disponibilidad de energía y agua es un factor crítico que ha desalentado algunas inversiones.

Incertidumbre regulatoria
- Los constantes cambios en las reglas de inversión y en la política energética han generado desconfianza entre los inversionistas extranjeros.
- Empresas del sector manufacturero han expresado preocupaciones sobre la estabilidad de los incentivos fiscales y la claridad en la regulación laboral.
El contraste con otros países de la región
- Mientras México enfrenta obstáculos internos, otros países están aprovechando mejor la tendencia del nearshoring. Brasil y Canadá han logrado atraer más inversiones debido a políticas claras y entornos más estables para los negocios. Además, países como Colombia y Costa Rica han implementado incentivos específicos para atraer manufactura avanzada y centros de servicios compartidos.
¿Qué puede hacer México para no perder la oportunidad?
Para que México pueda maximizar los beneficios del nearshoring, es fundamental que el gobierno y el sector privado trabajen en conjunto para abordar los problemas estructurales que limitan la inversión. Algunas estrategias incluyen:
Fortalecer el Estado de derecho: Garantizar un ambiente de seguridad y combatir la corrupción para generar confianza entre los inversionistas.
Mejorar la infraestructura: Invertir en modernización de parques industriales, sistemas de transporte y distribución de energía.
Ofrecer incentivos claros y estables: Definir políticas fiscales y laborales que fomenten la inversión sin cambios abruptos en la regulación.
Promover una estrategia nacional de nearshoring: Crear un plan integral que posicione a México como el mejor destino para la relocalización de empresas.