
Eduardo May.- Mérida, Yuc. 6 de marzo.- Será hasta el próximo 2 de abril cuando se activen los posibles aranceles anunciados por el gobierno estadounidense a los productos que se envían a ese país. El presidente Donald Trump confirmó una nueva pausa, en esta ocasión de 28 días, la tercera a viables gravámenes a la importación de productos.
La medida, ofrece un respiro a las alternativas, herramientas y estrategias que es impulsan los sectores económicos del país ante las condiciones que impone el gobierno estadounidense a los productos y servicios que exporta el país, como medida de presión para sanear las condiciones de introducción de psicotrópicos a ese país, así como el arribo de indocumentados que violan el territorio estadounidense.
Los sectores económicos yucatecos opinaron de manera positiva sobre esta nueva oportunidad de aplicar condiciones y mecanismos para avanzar en las medidas de contención ante la posible condición de aplicar estos impuestos, que afectarán a las empresas productivas, pero también a las familias que dependen de la producción de bienes y servicios que tienen como destino final las exportaciones al vecino país del norte.
Alejandro Guerrero Lozano, presidente del Consejo Nacional de la Industria Manufacturera de Exportación (Index), advirtió que los sectores más golpeados serían el textil, el mueblero y el agroindustrial, debido a sus márgenes de ganancia reducidos.
La aplicación de aranceles por parte de Estados Unidos a productos mexicanos será un duro golpe a diferentes sectores económicos del estado, señaló el empresario. La industria manufacturera en Yucatán se verá seriamente afectada, lo que ocasionará la posible pérdida de miles de empleos en estos sectores productivos.
Dijo que, de concretarse la determinación del gobierno estadounidense, será en abril cuando se apliquen estas tasas impositivas. El gobierno del presidente Trump ha postergado hasta en dos ocasiones en este año, la esta aplicación de impuestos a los productos de exportación generando una alta incertidumbre en los sectores de exportación.
Agregó que, el país depende en gran medida del comercio exterior, ya que más del 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), proviene de exportaciones. En este contexto, el panorama para las empresas yucatecas es desalentador, ya que, se estima que entre el 10 y el 15 por ciento de los empleos en estos ramos industriales podrían desaparecer, lo que representaría una pérdida de al menos 3 mil puestos de trabajo en la entidad.
Agregó que, las consecuencias de esta medida no solo afectarían a Yucatán, sino al país entero.
De acuerdo con cifras preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el sector empresarial mexicano generó más de 600 mil millones de dólares en exportaciones el año pasado, de los cuales casi 200 mil millones provinieron de la industria automotriz.
Sin embargo, el impacto de los aranceles podría extenderse a otros sectores estratégicos, como el aeroespacial y el farmacéutico, sumándose a las restricciones ya impuestas al aluminio y acero, y con la posibilidad de que se apliquen también al cobre.
El líder empresarial enfatizó que la pérdida de empleos podría desencadenar una crisis en múltiples sectores y desestabilizar a las compañías, dificultando su operación a largo plazo. A nivel nacional, los cálculos iniciales del sector indican que podrían desaparecer entre 400 y 500 mil empleos directos, lo que equivaldría a la eliminación de todas las plazas generadas en los últimos seis años.
Ante este escenario, las empresas yucatecas buscan alternativas para mitigar el impacto, mientras el gobierno estatal analiza estrategias para reducir el daño en la economía local.