
El gobierno de Donald Trump ha completado sus primeros 100 días y la incertidumbre económica global persiste, especialmente en México.

Aunque algunos aranceles han entrado en vigor, su impacto en la actividad económica e inflación aún no está claro. La preocupación radica en las políticas proteccionistas de Trump, que afectan a la industria automotriz mexicana debido a la estrecha integración comercial con Estados Unidos a través del TMEC.
Las excepciones y aplazamientos de los aranceles parecen ser más una táctica política que una estrategia económica coherente, utilizada por Trump para negociar y ejercer presión. Sin embargo, la popularidad de Trump ha disminuido significativamente debido al descontento por sus políticas económicas, lo que podría limitar o revertir algunas decisiones.
En los mercados financieros, esta incertidumbre se refleja en una volatilidad constante. En México, además del tema arancelario, surgen preocupaciones sobre el manejo del agua, las exportaciones de carne y la controversia del tomate. Con la reciente victoria de los liberales en Canadá, se abre una oportunidad para revisar el tratado comercial.
El retorno de la estabilidad económica global parece lejano, y es necesario acostumbrarse a vivir en este mundo incierto generado por la llegada de Trump. La prioridad es mantenerse a flote en medio de la turbulencia, y quizás las elecciones intermedias de noviembre de 2026 en Estados Unidos puedan atenuar esta incertidumbre.