
India y Pakistán acordaron un alto el fuego tras semanas de enfrentamientos en su frontera, causados por una masacre con armas de fuego contra turistas el mes pasado. Esta confrontación dejó decenas de civiles muertos en ambos lados.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el acuerdo y felicitó a ambos países por usar «sentido común y gran inteligencia». El ministro de Exteriores de Pakistán, Ishaq Dar, afirmó que su país consideraría rebajar las tensiones si India detiene sus ataques.
India había atacado bases militares paquistaníes después de que Islamabad disparó varios misiles contra infraestructura militar y civil en el estado de Punyab. Pakistán interceptó la mayoría de los misiles y lanzó ataques de represalia contra India.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, habló con sus homólogos indio y paquistaní, Subrahmanyam Jaishankar y Ishaq Dar, respectivamente, y enfatizó la necesidad de reducir la tensión y restablecer la comunicación directa para evitar errores de cálculo.
Las fuerzas armadas de Nueva Delhi llevaron a cabo ataques de precisión solo en objetivos militares identificados en respuesta a las acciones paquistaníes, según la comandante Vyomika Singh. El vocero del ejército paquistaní, el teniente general Ahmad Sharif, aseguró que todos los activos de la Fuerza Aérea de Pakistán estaban a salvo tras los ataques indios.
Las tensiones entre ambos países se han incrementado desde el ataque contra un sitio turístico en la Cachemira controlada por India que dejó 26 civiles muertos, en su mayoría turistas indios, el 22 de abril. Nueva Delhi culpó a Pakistán de respaldar el ataque, una acusación que Islamabad niega.
El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, convocó una reunión de la Autoridad Nacional de Comando, el organismo responsable de supervisar el programa de misiles del país y otros activos estratégicos.