
Las tensiones entre la UE y China y el posible «reinicio» de sus relaciones

La relación entre la Unión Europea (UE) y China ha sido siempre compleja, definida como de «socio estratégico», «competidor económico» y «rival sistémico». Las tensiones han aumentado en los últimos años, especialmente por desacuerdos sobre el origen de la pandemia de COVID-19 y la postura de China en la guerra de Ucrania.
El posible acercamiento por Trump
El regreso de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. podría impulsar un acercamiento entre la UE y China para hacer frente a las políticas comerciales agresivas de Washington. Sin embargo, este «reinicio» no es nuevo: ya en 2023, líderes como Ursula von der Leyen y Emmanuel Macron buscaron mejorar las relaciones, sin resultados significativos.
Obstáculos para el acercamiento
- China subestima a la UE: Pekín ve a Europa como un actor débil y dividido, y cree que gestos simbólicos (como levantar sanciones) serán suficientes para atraerla.
- Relación China-Rusia: La alianza entre Pekín y Moscú, especialmente el apoyo chino a Rusia en la guerra de Ucrania, es un gran obstáculo para la UE.
- Preocupaciones europeas: Bruselas teme la inversión china en sectores estratégicos y el riesgo para la seguridad de datos.
Enfoque de la UE: pragmatismo sin abandonar valores
La UE busca un ajuste táctico, no un cambio radical. Aunque suaviza su lenguaje (hablando de una relación «transaccional» y «constructiva»), mantiene una postura de reducción de riesgos. La alta representante Kaja Kallas ha acusado a China de ser «el principal facilitador de la guerra de Rusia», lo que refleja las tensiones persistentes.
Aunque un posible gobierno de Trump podría acelerar un acercamiento, las diferencias fundamentales (derechos humanos, Ucrania, seguridad tecnológica) y la desconfianza mutua hacen improbable un verdadero «reinicio». La UE busca margen de maniobra frente a EE.UU., pero sin ceder en sus principios.