
Eduardo May.- Mérida, Yuc. 24 de mayo.- Las temperaturas extremas de los meses de abril, mayo, junio y julio en la zona de la peninsular obligan a una extenuante labor para empleados y colaboradores que realizan sus actividades en micro y pequeñas empresas ocasionando una baja importante en la productividad y las ganancias de las empresas. En Yucatán, Campeche y Quintana Roo menos del 10 por ciento de las empresas dispone de equipos de aire acondicionado en oficinas, almacenes y vehículos.
Según un reporte laboral del Instituto Mexicano del Seguro Social, el calor excesivo en el trabajo crea riesgos profesionales para la salud; restringe las funciones y las capacidades físicas del trabajador, así como su capacidad y productividad laboral. La productividad laboral disminuye cuando la temperatura supera los 24 a 26 °C.
Si bien, en la zona peninsular, comercios de conveniencia, plazas comerciales, algunas empresas de servicios y comercios ofrecen equipos de refrigeración y ventilación en áreas operativas, más del 90 por ciento de los micro y pequeños negocios no disponen de estos equipos, lo que afecta de manera directa a su volúmenes de ventas y con ello a la captación de recursos.
El estudio realizado por el IMSS destaca que, en esta temporada de calor en Yucatán las enfermedades gastrointestinales se incrementan hasta un 26 por ciento, lo que repercute en aspectos de pérdidas de tiempo laboral y consumo de medicamentos.
De la misma forma, el exceso de calor corporal aumenta la probabilidad de que se produzcan accidentes de trabajo, se agraven los síntomas de las enfermedades preexistentes enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales, cutáneas, diabetes, etc.. y con ello, se produzcan las llamadas “enfermedades relacionadas con el calor”.
Según la OMS -Organización Mundial de la Salud, dependiente de Naciones Unidas- los trabajadores son los primeros en estar expuestas al estrés térmico, a menudo durante períodos más largos y en niveles más altos que la población general. Entre otras, las consecuenciasdirectas de esta exposición sobre la salud pueden manifestarse de inmediato en forma de mareo, fatiga, función cerebral reducida, insolación, síncope por calor y rabdomiólisis, habiéndose registrado incluso casos de fallecimiento por golpe de calor.
La OMS hace referencia a las tareas a cielo abierto, en el caso de albañiles, carpiteros, chóferes, vendedores comerciales, comisionistas, productores de alimentos, trabajadores del sector industrial y manufactureros que tienen que realizar sus tareas fuera de espacios cerrados -oficinas- donde se incluyen equipos de aire acondicionado para el equilibrio de las tareas laborales.
Además, y debido a los anteriores episodios, una exposición prolongada a altas temperaturas puede aumentar el riesgo de ocurrencia de accidentes del trabajo. A largo plazo, una exposición crónica al calor en los entornos laborales puede ocasionar enfermedades cardiovasculares y renales, cáncer, afecciones respiratorias y problemas de salud mental, señaló el organismo de la salud.
El mismo reporte de ONU-Salud explica que, el impacto negativo climático en el ambiente laboral también pueden incluir pérdidas de empleo, daños a los activos empresariales e interrupciones de negocios, disminución de la productividad laboral y migraciones forzadas.