
Eduardo May.- Mérida, Yuc. 31 de mayo.- Tras nueve años del inicio de operaciones de transporte público a través de plataformas cibernéticas, el Grupo Asur se niega a aceptar la operación de Uber, Didi y otros servicios para los pasajeros que arriban al aeropuerto de Mérida, lo que ocasiona que taxistas piratas y algunos conductores abusen en cobros sorprendiendo a los viajeros que solicitan estos servicios.
Si bien, en la terminal área hay servicios concesionarios de taxis, sus cobros son superiores hasta en un 50 por ciento a las tarifas que ofrecen las diferentes plataformas de taxis que están operando en la ciudad de Mérida. Es de esta manera que, en las redes sociales, los viajeros reportan cobros excesivos de taxistas piratas que se están apostados en las calles aledañas a la zona federal y en ocasiones sorprenden a los turistas con cobros excesivos.
Los pasajeros aéreos que arriban a Mérida que no desean utilizar los servicios del transporte de taxis del aeropuerto caminan con su equipaje unos 500 metros hasta la avenida internacional para solicitar un Uber u otro servicio, pero en muchas ocasiones no les permiten abordar en el paradero de autobuses o les aplican cargos excedentes por ultilizar estos servicios.
En esta misma circunstancias, taxistas piratas apostados en las calles aledañas a las empresas rentadoras de autos ubicadas en la colonia Manuel Crescencio Rejón desde donde intentan enganchar a los pasajeros que caminan con su equipaje hasta la avenida Aviación para hallar un servicio de transporte.
Las denuncias en redes sociales indican que, los “piratas” que buscan “viajes” para los turistas no tienen vehículos adecuados y tampoco un taximetro para etablecer la distancia por cobro, lo que al final resulta en un cobro excesivo que lesiona la economía de los pasajeros que se sienten sorprendidos.
Es importante establecer que, la plataforma Uber inició actividades en Mérida en 2016 contra la voluntad de los sindicatos de taxistas. Posteriormente, otras plataformas cibernéticas se establecieron ofreciendo una competencia sana para el servicio de transporte público.
Sin embargo, nueve años después de que este servicio se implementó en la ciudad, Grupo Aeroportuario del Sureste y las autoridades federales no permiten que este servicio se realice desde la terminal aérea, causando siempre molestia y daños económicos a los pasajeros que son sorprendidos por taxistas piratas
Y sucede, que a través de las diferentes aplicaciones de vinculación social se reflejan las quejas y denuncias por cobros excesivos, abusos y tarifas no establecidas en cobros para los pasajeros que buscar salir de la terminal aérea.
Las denuncias a las malas prácticas entre los conductores y una tarifa extra que aumenta el costo o un “cobro”, extra de lo que marcaba originalmente según los taxistas, es por ser zona federal y correr el riesgo de ser detenidos por las autoridades. Y las presiones, acoso y multas que aplican los agentes federales apostados en las vías de acceso al aeropuerto para ahuyentar a los taxistas de plataformas.