
Rusia abandona el último tratado nuclear con EE.UU. y alerta sobre una nueva carrera armamentística

Un acuerdo en riesgo: el fin del control de armas entre potencias
El presidente Vladimir Putin suspendió en 2023 la participación rusa en el Nuevo START, el último tratado nuclear vigente con Estados Unidos, en respuesta al apoyo estadounidense a Ucrania. El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, declaró que las tensiones actuales hacen inviable su renovación, lo que podría desencadenar una peligrosa escalada armamentística. El tratado expira el 5 de febrero de 2026, y su colapso eliminaría los límites a los arsenales nucleares de ambas potencias.
La postura oficial: Rusia culpa a EE.UU. por la ruptura
Rusia justifica su decisión en el deterioro de las relaciones con Washington, especialmente por el apoyo militar a Ucrania y proyectos como la Cúpula Dorada, un sistema antimisiles de 175.000 millones de dólares impulsado por Donald Trump. Riabkov calificó este programa como «profundamente desestabilizador» y advirtió que dificulta cualquier avance en control de armas. Aunque Moscú asegura que seguirá respetando los límites del tratado, expertos advierten que su abandono podría aumentar su arsenal nuclear en un 60%.
¿Qué consecuencias tiene?
- Riesgo de una nueva carrera armamentística: Sin el tratado, Rusia y EE.UU. podrían expandir sus arsenales sin restricciones, elevando la tensión global.
- Militarización del espacio: La Cúpula Dorada podría acelerar la instalación de sistemas antimisiles en órbita, incentivando a otros países a desarrollar armas más avanzadas.
- Escalada en el conflicto de Ucrania: Los recientes ataques con drones ucranianos contra bases rusas con bombarderos nucleares aumentan el riesgo de represalias y un conflicto más amplio.
¿Qué sigue? Panorama a corto plazo
El tratado está en su fase final, y las negociaciones para su renovación parecen inviables en el contexto actual. Analistas temen que, sin un marco de control, la competencia nuclear entre Rusia y EE.UU. se intensifique, con posibles efectos en la seguridad global. Mientras tanto, Moscú ha prometido responder a los ataques ucranianos, lo que podría agravar aún más la crisis.