
Eduardo May.- Mérida, Yuc. 20 de junio.- Yucatán paga desde hace más de tres lustros las tarifas eléctricas más caras del país, las condiciones de sobre costo en la energía eléctrica, muchas veces subsidiada en el centro, se establece a mecanismos establecidos desde la Secretaría de Hacienda que determina estas tarifas.
Según la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) la falta de obras y equipamiento en la zona penínsular del Sistema Interconectado Peninsular (SIP) ha establecido que, el precio de la energía eléctrica en la Península de Yucatán sea una de las más caras del país, con un costo por megavatio de 107 dólares, unos 2 mil 75 pesos, al tipo de cambio actual.
Desde hace 19 años, el sector empresarial yucateco ha demandado a las autoridades estatales y federales un equilibrio de tarifas nacionales, debido a que, los sobre costos a las tarifas domiciliarias e industriales que cobra el monopolio CFE repercuten en la productividad, en costos y eficiencia de las empresas.
Los costos de energía en Mérida son más caros, después de Los Cabos, Baja California Sur, según la empresa Energía Renovable de la Península. Por ello, desde 2016 se iniciaron una serie de propuestas tendientes a buscar la independencia energética la región y las autoridades yucatecas plantearon el desarrollo de 29 proyectos empresariales internacionales energéticoscon tecnología fotovoltaíca y con aerogeneradores.
La iniciativa que se mantuvo hasta 2019 plateó la condición de inversiones por cerca de 2 mil 300 millones de dólares en 29 proyectos energéticos que permitirían la autosuficiencia energética del estado, con la posibilidad de producción y distribución para Quintana Roo y Belice.
Sin embargo la negativa federal en la aprobación de proyectos ecológicos, deribó en la construcción de dos plantas de energía eléctrica por parte del gobierno, Mérida y Valladolid, que no pueden funcionar por falta del suministro adecuado de gas natural, proyecto de distribución que se ha demorado también una década.
Aunado al rezago energético en la zona penínsular y el crecimiento poblacional en Mérida, Cancún, Playa del Carmen, Tulúm y al menos 8 municipios de Yucatán – Progreso, Motul, Valladolid, Tizimín, Ticul, Tekax, Umán y Kanasín, están obligando a fallas constantes del servicio y apagones prolongados que dañan al sector industrial, comercial y de servicios, además de miles de casas habitación.
Cabe recordar que el límite de alto consumo se define para cada localidad en función de la tarifa en la que se encuentre clasificada. En el caso Yucatán, el registro es de 1B, 1C y 1D, es decir, se tiene un consumo de 850 a dos mil kilowatts hora al mes. Que establece que, a mayor consumo, mayor la tarifa que aplica el monopolio gubernamental.
Un informe emitido por la subsecretaría de Energía del Gobierno estatal en la pasada administración estatal indicó que, actualmente, Yucatán se recibe de 60 a 70 millones de pies cúbicos de gas por día de un total de 250 de capacidad, es decir, solo el 28 por ciento, por lo que el uso de combustóleo o diésel aumenta el costo del kilowatt hora. Sin contar que no es amigable con el medio ambiente.
Según se indica, el Sistema Interconectado Peninsular está compuesto por generación local que representa dos mil 347 megawatts de capacidad instalada y el rezafo actual es debido a la falta de energía para surtir a toda la cadena productiva del estado, además de la exigencia que se presenta por la temporada de calor en la zona penínsular.
El informe también advierte que, si bien la CFE dispone de 2 mil 347 KW/H instalados en sitio, la condición de algunas plantas, por su antigüedad, falta de servicio y mantenimiento y falta de combustible, se convierte en 948 tope. Por ello, para cubrir la demanda se debe utiliar las líneas de transmisión que se originan en Chiapas y Tabasco que tienen una década sin mantenimiento.