
Putin condena ataques contra Irán pero evita compromiso militar

Tensión diplomática en aumento tras bombardeos a Irán
El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó como «agresión no provocada» los recientes ataques de Estados Unidos e Israel contra instalaciones nucleares iraníes. Las declaraciones se dieron durante un encuentro en Moscú con el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchi, en un contexto de escalada regional. La postura de Rusia, aliada de Irán, genera incertidumbre sobre su posible intervención en el conflicto.
La postura oficial de Moscú: apoyo retórico sin acciones concretas
Putin rechazó los bombardeos contra Irán, tachándolos de «injustificados», pero evitó comprometerse con ayuda militar directa. Aunque expresó su disposición a «ayudar al pueblo iraní», no especificó medidas concretas. Rusia, sin embargo, ha sido acusada por Ucrania y Occidente de recibir drones iraníes para su guerra en Ucrania, lo que complica su papel como mediador.
¿Qué consecuencias tiene?
- Riesgo de escalada regional: La retórica de Putin podría alentar a Irán a responder con más fuerza a Israel y EE.UU.
- Tensiones en la UE: Bruselas desconfía de Rusia como mediador, dado su conflicto en Ucrania.
- Doble estándar ruso: Moscú critica la agresión contra Irán pero mantiene silencio sobre su colaboración militar con Teherán.
Putin reiteró su oferta de mediación, aunque sin respaldo internacional claro. Mientras, Irán insiste en su «derecho a la legítima defensa», lo que podría prolongar los enfrentamientos. La comunidad internacional observa con cautela, ante el riesgo de una guerra más amplia en Medio Oriente.