Presión diplomática de EE.UU. se intensifica
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que reducirá de 50 a «10 o 12 días» el plazo dado a Rusia para detener su invasión a Ucrania, expresando su frustración con Vladimir Putin. La decisión surge tras dos rondas de negociaciones infructuosas entre Moscú y Kiev, donde Trump ha actuado como mediador. El mandatario estadounidense, quien se autodenomina «pacificador», había prometido resolver el conflicto en 24 horas al asumir su cargo en enero. Sin embargo, la escalada de ataques rusos ha llevado a Trump a endurecer su postura, amenazando con sanciones adicionales.
Trump exige acción inmediata a Putin
El presidente Trump justificó el acortamiento del plazo al afirmar que «no hay razón para esperar» y que no se observa progreso en las negociaciones. «Estoy decepcionado con el presidente Putin», declaró junto al primer ministro británico, Keir Starmer, en Escocia. Aunque reconoció una relación previa cordial con Putin, criticó los recientes bombardeos rusos contra civiles ucranianos, calificándolos de inaceptables. Trump también advirtió que, de no haber avances, impondrá sanciones a Rusia y a países que compren sus exportaciones antes de septiembre.
¿Por qué importa?
- Escalada de tensiones: El ultimátum de Trump aumenta la presión sobre Rusia, pero también podría radicalizar su postura.
- Impacto en Ucrania: Kiev podría verse forzado a negociar bajo condiciones menos favorables si EE.UU. reduce su apoyo.
- Riesgo económico global: Nuevas sanciones afectarían mercados energéticos y comerciales, con repercusiones en Europa y Asia.
Rusia tiene días para responder
El nuevo plazo vence en menos de dos semanas, y Trump ha dejado claro que no tolerará más demoras. Mientras tanto, Ucrania y sus aliados observan con cautela, pues una respuesta negativa de Moscú podría llevar a medidas más duras de Washington. Analistas señalan que, si bien Trump busca una solución rápida, su estrategia podría polarizar aún más el conflicto.