
Mérida, Yuc. 4 de agosto.- En mayo de 2025, las remesas a México se redujeron en 4.6 % respecto al mismo mes del año anterior para llegar a 5,360 millones de dólares (md). En cambio, las remesas a Guatemala (2,281 md, +15.2 %), Honduras (1,055 md, +19.1 %) y El Salvador (899 md, +17.7 %) alcanzaron máximos históricos
En seis meses, la caída del flujo de recursos es del 16.2 por ciento, la mayor caída en 13 años: 5 mil 201 millones de dólares en junio vs 6 mil 207 millones en junio de 2024. La realidad golpea: el dinero de los migrantes no salva un mal gobierno.
En mayo de 2025, las remesas a México se redujeron en 4.6 % respecto al mismo mes del año anterior para llegar a 5,360 millones de dólares (md). En cambio, las remesas a Guatemala (2,281 md, +15.2 %), Honduras (1,055 md, +19.1 %) y El Salvador (899 md, +17.7 %) alcanzaron máximos históricos.
El argumento de que el control fronterizo y las redadas en EE. UU. explican la caída de las remesas a México no parece sostenerse, ya que entre enero y mayo de 2025 han crecido las remesas tanto hacia países con más migración no documentada como hacia aquellos con mayor nivel de documentación en sus diásporas que la mexicana.
Las condiciones laborales de la población migrante mexicana en EE. UU. no han mejorado en los primeros cinco meses de 2025, pero tampoco hay indicios de que hayan sido afectadas. En mayo de 2025, su tasa de participación laboral se ubicó en 66.2 %, el nivel de desempleo fue del 3.6 % y el porcentaje con empleos de tiempo parcial llegó al 18.3 %. Estas cifras reflejan condiciones laborales sólidas desde una perspectiva histórica. 2025 apunta a ser un año de bonanza para las remesas de (algunos) países de América Latina y el Caribe.
Se estima que las remesas a Honduras y Nicaragua crecerán en torno al 20 % o más; para Guatemala, El Salvador y Colombia se proyecta un aumento cercano al 15 %, y para República Dominicana un alza superior al 10 %.