Científicos finlandeses descubren que microbios comunes en dientes y encías se esconden en placas arteriales, aumentando el riesgo de ataques cardíacos fatales

Un estudio pionero liderado por la Universidad de Tampere (Finlandia) confirmó lo que hasta ahora era solo una sospecha: bacterias de la boca pueden viajar hasta las arterias coronarias y desencadenar infartos. Los investigadores analizaron placas ateroscleróticas de 217 pacientes —121 fallecidos por muerte súbita y 96 operados de obstrucciones arteriales— y hallaron ADN bacteriano en el 42% de los casos, principalmente de estreptococos viridans, microbios típicos de la cavidad oral.
El descubrimiento, publicado en Journal of the American Heart Association, revela que estas bacterias forman biofilms resistentes en el núcleo de las placas, donde el sistema inmunitario no puede eliminarlas. Allí permanecen latentes hasta que factores como infecciones, estrés o mala alimentación las activan, provocando inflamación y la ruptura de la placa —el detonante de la mayoría de los infartos—. «Es como una bomba de tiempo», explican los autores: una infección bucal crónica podría convertir una placa estable en una amenaza mortal.
¿Cómo llegan las bacterias al corazón?
Aunque el mecanismo exacto aún se investiga, los científicos plantean dos hipótesis:
- Vía sanguínea: Las bacterias entrarían al torrente por encías inflamadas (como en la gingivitis) y se adherirían a las paredes arteriales.
- Respuesta inflamatoria: Toxinas bacterianas podrían debilitar las arterias desde dentro, acelerando la aterosclerosis —la acumulación de grasa y calcio que estrecha los vasos—.
El estudio subraya que la salud bucal es un factor de riesgo cardiovascular tan relevante como el colesterol o la hipertensión. «Cepillarse los dientes y tratar las infecciones de encías no es solo cuestión de estética, puede salvar vidas«, advierten los expertos. Además, sugieren que futuros tratamientos podrían incluir antibióticos específicos o terapias para disolver biofilms en pacientes con alto riesgo.
Contexto: Una alerta con décadas de antecedentes
Desde los años 90, investigaciones vincularon enfermedades periodontales con mayor incidencia de infartos, pero faltaban pruebas directas. Este trabajo es el primero en identificar bacterias vivas dentro de las placas usando técnicas como:
- Reacción en cadena de polimerasa (PCR): Para detectar ADN microbiano.
- Inmunohistoquímica: Que confirmó la presencia de toxinas bacterianas.
- Transcriptómica: Que mostró actividad genética de los microbios en las arterias.
¿Qué puede hacer la población?
Los autores recomiendan:
✔ Visitas regulares al dentista, especialmente si hay sangrado de encías.
✔ Control de infecciones respiratorias, que podrían actuar como desencadenantes.
✔ Dieta antiinflamatoria (rica en omega-3 y baja en azúcares), para reducir el riesgo de ruptura de placas.
El hallazgo abre la puerta a nuevos métodos de diagnóstico, como análisis de sangre para detectar bacterias asociadas a placas inestables, y refuerza un mensaje claro: proteger el corazón empieza por la boca.
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