El índice PCE, medidor preferido por la Fed, se aleja del objetivo del 2% y refuerza las preocupaciones sobre alzas de precios

La inflación en Estados Unidos aceleró su ritmo en agosto, ubicándose en 2.7% interanual, la cifra más elevada desde febrero, según datos oficiales del índice PCE (Gasto de Consumo Personal) publicados este viernes por el Departamento de Comercio. El aumento representa un incremento de 0.1 puntos porcentuales frente al 2.6% registrado en julio, consolidando una tendencia que distancia al país del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal (Fed).
El avance mensual de los precios también se intensificó: pasó del 0.2% en julio al 0.3% en agosto, mientras que la inflación subyacente —que excluye alimentos y energía por su volatilidad— se mantuvo estable en 2.9% anual. Estos resultados coinciden con las proyecciones de analistas, que advierten sobre un posible aumento sostenido de los precios en los próximos meses, impulsado en parte por los aranceles a importaciones implementados durante el gobierno de Donald Trump.
El índice PCE es el principal termómetro que la Fed utiliza para evaluar la inflación y definir su política monetaria. Aunque el banco central ha mantenido una postura cautelosa, el nuevo dato refuerza los debates sobre posibles ajustes en las tasas de interés para contener el alza de precios, en un contexto donde el crecimiento económico muestra señales mixtas. Expertos consultados por MarketWatch coinciden en que, de persistir esta tendencia, los consumidores podrían enfrentar una mayor presión en sus gastos cotidianos, especialmente en sectores sensibles como vivienda y servicios.
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