La reforma establece al Estado como único regulador del uso del agua y prohíbe la transmisión de derechos entre particulares, generando críticas de la oposición por el control político del recurso.

La Cámara de Diputados aprobó en lo general el dictamen que expide la nueva Ley General de Aguas. La iniciativa, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, recibió 328 votos a favor, 131 en contra y cinco abstenciones. El objetivo central es reordenar las concesiones, combatir el mercado negro y asegurar la disponibilidad del recurso para la población.
Cambios clave y control estatal
El dictamen establece que el Estado Mexicano será el único responsable de regular el uso del agua. Define las acciones para los tres órdenes de gobierno.
- Fin de Transmisiones entre Particulares: Desaparece el régimen que permitía transferir derechos de agua entre privados.
- Retorno de Concesiones: Toda concesión no utilizada para sus fines autorizados deberá regresar a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para su redistribución.
- Registro Nacional: Se crea un Registro Nacional del Agua para transparentar el régimen de concesiones y asignaciones.
Debate político y oposición
El bloque oficialista (Morena, PT, PVEM) defendió que la ley combate el acaparamiento. Sin embargo, la oposición (PRI, PAN, MC) acusó al gobierno de buscar el control político del recurso.
- Críticas: El diputado Marcelo de Jesús Torres (PAN) calificó la ley como «rígida, sospechosa y hostil». Argumentó que rompe la certeza jurídica y asfixia a la industria. La diputada Laura Ballesteros (MC) señaló que la ley actúa como un «botón político» en lugar de resolver la falta de agua que afecta a 20 millones de personas.
La discusión en lo particular continuará con 529 reservas presentadas.
La información y los datos provienen de FORBES, con información de la agencia EFE, basados en la sesión de la Cámara de Diputados y el dictamen de la Ley General de Aguas.
Descubre más desde NotaTrasNota
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
