
Mérida, Yuc. 4 de dic/Eduardo May/ -El acuífero de la región peninsular reportó una calificación regular en el último reporte registrado por especialistas del Laboratorio Nacional de Resiliencia Costera (Lanresc). Los investigadores informaron que, el riego y daño al acuífero yucateco se incrementa, con la condición de contaminación y daño al manto freático.
La evaluación realizada por Paulo Salles y Elsa Noreña, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), dio como resultado una categoría baja sobre la calidad del agua, las condiciones de extracción de la cuenca, así como los porcentajes de contaminación con metales y residuos dañinos.
Al ofrecer una presentación —realizada los expertos del laboratorio de Ingeniería y Procesos Costeros del Instituto de Ingeniería de la Unam y de la Unidad de Química del centro de investigación en Sisal, de la Facultad de Química de la misma Casa de Estudios— se presentó una medición de los alcances del impacto de contaminación de la reserva acuífera de la región.
El monitoreo, forma parte del esfuerzo científico y multidisciplinario que concluye en una Tarjeta de Reporte del Acuífero de la Península de Yucatán (APY). El instrumento evalúa el estado general del acuífero a partir de siete temas: Recursos Hidrológicos, Biodiversidad, Comunidad y Cultura, Ecosistemas y Paisajes, Economía, Manejo y Gobernanza, y Cambio Climático.

Cada indicador refleja presiones crecientes derivadas del desarrollo urbano, las actividades turísticas, industriales, agrícolas y ganaderas en la región.
La calificación C indica una condición moderada con señales de alerta, principalmente por la sobreexplotación, el manejo deficiente de aguas residuales, la falta de infraestructura de saneamiento y los efectos del cambio climático. Durante la presentación se expuso que entre las recomendaciones prioritarias se encuentran fortalecer la infraestructura de tratamiento de aguas residuales.
Los especialistas emitieron una advertencia sobre el estado del acuífero de la Península de Yucatán. Según reportaron, el estado actual: indica que el acuífero no se encuentra en un estado crítico inminente, sí sugiere que está a un paso de un deterioro mayor
El informe urge a tomar acción para mitigar las presiones existentes para el acuífero incluyen la sobreexplotación, el manejo deficiente de las aguas residuales y los efectos del cambio climático.
El mismo documento detalla recomendaciones, entre ellas, el fortalecimiento de la infraestructura de tratamiento de aguas para proteger esta fuente vital de agua dulce, concientización y legislación más estrictas para la corresponsabilidad social y gubernamental, así como medidas y tareas más exigentes para empresas y comercios sobre el uso y aprovechamiento del agua, concluyó.
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