Gobierno estadounidense argumenta que la asociación distorsiona la competencia en rutas entre ambos países, pero no exige la venta de acciones

El gobierno de Estados Unidos ordenó este lunes a Delta Air Lines y Aeroméxico desmantelar su empresa conjunta antes del 1 de enero de 2026, una medida que busca eliminar lo que las autoridades consideran prácticas anticompetitivas en los vuelos entre ambos países. La decisión, anunciada por el Departamento de Transporte (DOT), afecta a la coordinación que ambas aerolíneas mantenían en precios, horarios y capacidad de asientos, pero no obliga a Delta a vender su 20% de participación accionaria en Aeroméxico.
La orden se enmarca en una serie de acciones iniciadas en julio de 2024 contra la aviación mexicana, tras determinar que la alianza otorgaba a ambas compañías una «ventaja injusta» en el mercado, especialmente en las rutas hacia y desde la Ciudad de México. Aunque el DOT no detalló sanciones adicionales, la medida busca fomentar mayor competencia en un sector dominado por pocas aerolíneas.
Aeroméxico minimiza el impacto en los pasajeros
En un comunicado, Aeroméxico lamentó la decisión, pero aseguró que no afectará a los clientes. La aerolínea aclaró que los acuerdos de código compartido con Delta —que permiten a los pasajeros acceder a la red de ambas compañías— «siguen vigentes». Además, anunció que, junto a su socia estadounidense, evalúa los pasos legales y operativos para adaptarse a la orden sin interrumpir los servicios.
La alianza entre Delta y Aeroméxico, vigente desde 2017, había permitido a ambas empresas optimizar conexiones y reducir costos, pero también generó críticas por limitar opciones para los consumidores. El gobierno mexicano no se ha pronunciado aún sobre la medida, que entra en vigor en menos de cuatro meses.
Con información de Reuters.
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