Con ventas por 100,000 millones de dólares, el país superó a economías tradicionales, pero China, Taiwán y Corea del Sur dominan el mercado con más del 50% de las exportaciones mundiales

México se consolidó en 2025 como el octavo mayor exportador mundial de bienes esenciales para el desarrollo de Inteligencia Artificial (IA), con ventas que alcanzaron los 100,000 millones de dólares, según datos del Informe sobre el Comercio Mundial 2025 de la Organización Mundial de Comercio (OMC). El estudio destaca que el país compite con economías emergentes como Malasia, Vietnam y Tailandia, que también han acelerado su participación en este mercado estratégico.
El ranking global lo lideran China (700,000 millones de dólares), Taiwán (500,000 millones) y Corea del Sur (300,000 millones), seguidos por la Unión Europea, Estados Unidos, Japón y Malasia, cada uno con exportaciones cercanas a los 200,000 millones de dólares. Estos siete actores concentran más del 80% del comercio mundial de insumos para IA, que incluye semiconductores, circuitos integrados, computadoras y materiales críticos como dióxido de silicio, galio y germanio.
Un mercado en expansión, pero con señales de frenado
El comercio global de estos bienes alcanzó un récord de 2.9 billones de dólares en 2022, aunque cayó a 2.3 billones en 2023, según la OMC. La caída obedece a factores como restricciones comerciales, cambios regulatorios y estrategias de acaparamiento por parte de algunos países, que buscan asegurar su abastecimiento ante la creciente demanda. Pese a esto, las importaciones de insumos intermedios —los más demandados— crecieron un 40% entre 2017 y 2022, reflejando la carrera por desarrollar infraestructura de IA de alto rendimiento.
Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC, advirtió que, aunque la IA podría impulsar el comercio global en un 40% para 2040, su desarrollo desigual amenaza con ampliar brechas económicas. «La exclusión que dejaron décadas de globalización no puede repetirse con la revolución de la IA», señaló, subrayando que el comercio puede ser «un facilitador clave para una transformación inclusiva», siempre que se aborden brechas digitales, inversión en capital humano y armonización de regulaciones.
Riesgos y oportunidades para economías emergentes
El informe destaca que, mientras países ricos como EE.UU., Japón y la UE mantienen su liderazgo en innovación, las economías en desarrollo —como México— han ganado terreno gracias a su capacidad manufacturera en componentes electrónicos. Sin embargo, la OMC alerta que, sin políticas activas, la IA podría beneficiar solo a unos pocos, dejando atrás a trabajadores y regiones con menos acceso a tecnología.
Entre los desafíos, el documento menciona:
- Dependencia de materias primas: Aunque su participación es menor, materiales como el galio son estratégicos y su escasez podría limitar el crecimiento.
- Regulaciones dispares: Las barreras comerciales y normativas fragmentadas frenan la difusión de innovaciones.
- Desigualdad tecnológica: La concentración de patentes y conocimiento en pocos países podría profundizar asimetrías.
Para Okonjo-Iweala, la clave está en que el comercio funcione como «puente» para democratizar el acceso a la IA, evitando que se convierta en un nuevo factor de división global. «El potencial está ahí, pero requiere acción coordinada», concluyó.
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