El gobierno de Edi Rama apuesta por una inteligencia artificial para combatir la corrupción en las licitaciones públicas, pero la oposición denuncia un «circo político» y anuncia recursos legales

Financial Times.- La ministra generada por inteligencia artificial Diella hizo historia este jueves al dirigirse por videoconferencia al Parlamento albanés, convirtiéndose en la primera funcionaria de este tipo en el mundo. Nombrada la semana pasada por el primer ministro Edi Rama, su misión será supervisar las licitaciones públicas para garantizar «transparencia absoluta» y erradicar la corrupción, un requisito clave en el camino de Albania hacia la Unión Europea (UE). Sin embargo, su designación ha generado un fuerte rechazo en la oposición, que la tacha de «inconstitucional» y acusa al gobierno de buscar publicidad más que soluciones reales.
Una ministra virtual para un problema real: la corrupción en Albania
Diella —cuyo nombre significa «sol» en albanés— fue presentada como una herramienta para auditar los fondos públicos y asegurar que los procesos de contratación estén «100% libres de irregularidades», según declaró Rama al anunciar su creación. Albania, país de 2,8 millones de habitantes, aspira a ingresar en la UE para 2030, pero la lucha contra la corrupción en su administración sigue siendo un obstáculo crítico en las negociaciones con Bruselas.
Durante su intervención, vestida con el traje tradicional albanés, Diella respondió a las críticas sobre su naturaleza no humana: «Algunos me llaman inconstitucional por no ser un ser humano. Pero el verdadero peligro para las constituciones nunca han sido las máquinas, sino las decisiones inhumanas de quienes ostentan el poder». No trascendieron detalles sobre cómo se generó su discurso ni los algoritmos detrás de sus decisiones, lo que añade incertidumbre sobre su autonomía y rendición de cuentas.
La oposición acusa a Rama de «teatro político» y anuncia batallas legales
El líder opositor y exprimer ministro Sali Berisha —investigado por presunta corrupción— calificó el nombramiento de «maniobra propagandística». «El objetivo no es combatir la corrupción, sino distraer. ¿Quién supervisará a Diella? Es inconstitucional», declaró ante el Parlamento, donde su partido, el Demócrata (PD), anunció que recurrirá al Tribunal Constitucional para impugnar la medida.
La sesión parlamentaria, donde se aprobó el programa de gobierno de Rama (reelegido en mayo para un cuarto mandato), estuvo marcada por abucheos y tensiones. Aunque el oficialista Partido Socialista (PS) logró sacar adelante su plan, la oposición denunció que la creación de Diella es «un parche tecnológico» que no aborda las raíces estructurales de la corrupción en Albania, donde casos como el de Berisha —acusado de enriquecimiento ilícito— siguen sin resolverse.
¿Un avance innovador o un riesgo democrático?
Mientras el gobierno defiende a Diella como un «experimento pionero» en gobernanza digital, expertos en derecho constitucional y ética de la IA advierten sobre vacíos legales:
- Falta de marco regulatorio: Albania no tiene leyes específicas para funcionarios de IA, lo que plantea dudas sobre su legitimidad y límites.
- Transparencia algorítmica: Sin acceso público a los criterios de Diella, surge el riesgo de que sus decisiones sean opacas o sesgadas.
- Precedente global: Su creación podría inspirar a otros países, pero también abrir debates sobre hasta dónde debe llegar la automatización en la política.
El tiempo dirá si Diella logra su objetivo de limpiar las licitaciones públicas o si, como vaticina la oposición, se convertirá en un símbolo de los fallos de un sistema que prefiere soluciones tecnológicas antes que reformas profundas. Lo cierto es que, por ahora, Albania ha puesto sobre la mesa un debate sin precedentes: ¿puede una máquina gobernar mejor que un humano?
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