Donald Trump acusa a Pekín de «hostilidad» y advierte represalias económicas tras el anuncio chino de restricciones a las exportaciones de tierras raras

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló este viernes la reunión prevista con su homólogo chino, Xi Jinping, y anunció que evalúa imponer un «aumento enorme» de aranceles a las importaciones chinas como respuesta a lo que calificó como una actitud «muy hostil» de Pekín. El encuentro, programado para dentro de dos semanas en Corea del Sur, quedaría así suspendido en medio de una creciente tensión comercial entre ambas potencias.
En un mensaje publicado en Truth Social, Trump justificó su decisión al acusar a China de «congestionar los mercados globales» con su reciente anuncio de restricciones a las exportaciones de tierras raras —minerales esenciales para industrias como la tecnológica, automotriz y de energías renovables—. Según el mandatario, Pekín habría enviado cartas a múltiples países advirtiendo sobre estos controles, una medida que, en sus palabras, «dificultaría la vida de prácticamente todas las economías del mundo, incluyendo la suya propia».
El presidente estadounidense no detalló el porcentaje ni los productos afectados por los posibles nuevos aranceles, pero insistió en que su gobierno «contraatacará financieramente» las políticas comerciales chinas. Esta escalada se produce en un contexto de fricciones persistentes desde 2018, cuando Trump inició una guerra arancelaria que dejó secuelas en cadenas de suministro globales. Analistas advierten que un nuevo ciclo de represalias podría disparar los costos de bienes clave para consumidores y empresas en ambos países.
China no ha respondido oficialmente a las declaraciones de Trump, pero en meses recientes ha reforzado su postura sobre el control de recursos estratégicos, alegando seguridad nacional y soberanía económica. Las tierras raras, de las que China produce alrededor del 60% del suministro mundial, son críticas para sectores como la defensa y la transición energética, lo que aumenta el riesgo de desabastecimientos y alza de precios.
La cancelación de la reunión entre Trump y Xi —que buscaba aliviar tensiones— marca un nuevo punto bajo en las relaciones bilaterales, ya deterioradas por disputas tecnológicas, militares y geopolíticas. Expertos señalan que, sin diálogos, el conflicto comercial podría extenderse a otros frentes, como inversiones o sanciones a empresas.
(Con información de agencias internacionales).
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