Con su tradicional sotana pĆŗrpura y su incontenible sentido del humor, Tutu fue la inspiración de una SudĆ”frica que parecĆa condenada a la guerra civil
El arzobispo emĆ©rito sudafricano Desmond Tutu, Ćcono mundial de la lucha por los derechos humanos y Premio Nobel de la Paz de 1984 por su activismo contra el apartheid, falleció este domingo a los 90 aƱos en Ciudad del Cabo. Con su tradicional sotana pĆŗrpura y su incontenible sentido del humor, Tutu fue la inspiración de una nación que parecĆa condenada a la guerra civil. Pero su lucha por la paz y la justicia cruzó las fronteras sudafricanas: en 2012, por ejemplo, fue uno de los cinco ganadores del Nobel que presionaron a Reino Unido para que negocie con la Argentina sobre la soberanĆa de las Islas Malvinas.
Ā«El fallecimiento del arzobispo emĆ©rito Desmond Tutu es otro capĆtulo de duelo para nuestra nación que despide a una generación de sudafricanos excepcionales que nos legaron un paĆs liberadoĀ», afirmó este domingo el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa al anunciar la muerte del religioso. Su funeral tendrĆ” lugar el primero de enero en la Catedral de San Jorge de Ciudad del Cabo, su antigua parroquia, y cerrarĆ” una semana de eventos y actos de duelo.
La voz de los que no tienen voz
Desmond Tutu, conocido como Ā«la voz de los que no tienen vozĀ», nació en 1931 en Klerksdorp, una pequeƱa localidad al sudoeste de Johannesburgo. Hijo de una trabajadora domĆ©stica, Aletta Tutu, y de un maestro, Zachariah Tutu, en 1953 se recibió de maestro y en 1958 ingresó al St. Peter’s Theological College de Rosettenville para formarse como sacerdote.
En 1967 se convirtió en capellĆ”n en la Universidad de Fort Hare. DespuĆ©s vivió en el pequeƱo reino africano de Lesotho y en Gran BretaƱa, antes de regresar a su paĆs en 1975, donde luchó activamente contra la segregación racial. Ese mismo aƱo fue designado decano de la catedral anglicana de Johannesburgo, cargo al que por primera vez accedĆa un hombre negro, y fijó su residencia en el distrito de guetos de Soweto, donde fue testigo de una de las etapas mĆ”s convulsas del apartheid, con las protestas estudiantiles de 1976 en las que murieron mĆ”s de 600 personas como mayor exponente.
En 1977 Tutu fue nombrado obispo de Lesoto y, solo un aƱo despuĆ©s, fue designado secretario general del Consejo de Iglesias Sudafricano. En esa Ć©poca empezó a manifestar abiertamente su apoyo al movimiento de la Conciencia Negra e intensificó su activismo antiapartheid hasta convertirse en una figura de resonancia internacional, llegando a reunirse con los principales lĆderes polĆticos y religiosos.
«Una sociedad sin divisiones raciales»
En sus discursos, Tutu proponĆa construir Ā«una sociedad democrĆ”tica y justa, sin divisiones racialesĀ», con igualdad de derechos civiles para todos. Ā«Si eres neutral en situaciones de injusticia, es que has elegido el lado del opresorĀ», solĆa decir. En 1994, ya como arzobispo de Ciudad del Cabo fue encargado de presentar al primer presidente negro de una SudĆ”frica sin el rĆ©gimen del apartheid: Nelson Mandela.
Durante el gobierno de Mandela, Tutu fue designado presidente de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, organismo creado por la Ley para la Promoción de la Unidad Nacional y la Reconciliación de 1995, que tenĆa el objetivo de llevar justicia a quienes fueron vĆctimas de las polĆticas segregacionistas. El apartheid habĆa sido impuesto en SudĆ”frica en 1944 y fue el presidente Frederik de Klerk, fallecido el mes pasado y Premio Nobel junto a Nelson Mandela, quien en 1991 puso fin a ese sistema despuĆ©s de reunirse con representantes de las comunidades Ć©tnicas del paĆs.
La voz de los que no tienen voz
Desmond Tutu, conocido como Ā«la voz de los que no tienen vozĀ», nació en 1931 en Klerksdorp, una pequeƱa localidad al sudoeste de Johannesburgo. Hijo de una trabajadora domĆ©stica, Aletta Tutu, y de un maestro, Zachariah Tutu, en 1953 se recibió de maestro y en 1958 ingresó al St. Peter’s Theological College de Rosettenville para formarse como sacerdote.
En 1967 se convirtió en capellĆ”n en la Universidad de Fort Hare. DespuĆ©s vivió en el pequeƱo reino africano de Lesotho y en Gran BretaƱa, antes de regresar a su paĆs en 1975, donde luchó activamente contra la segregación racial. Ese mismo aƱo fue designado decano de la catedral anglicana de Johannesburgo, cargo al que por primera vez accedĆa un hombre negro, y fijó su residencia en el distrito de guetos de Soweto, donde fue testigo de una de las etapas mĆ”s convulsas del apartheid, con las protestas estudiantiles de 1976 en las que murieron mĆ”s de 600 personas como mayor exponente.
En 1977 Tutu fue nombrado obispo de Lesoto y, solo un aƱo despuĆ©s, fue designado secretario general del Consejo de Iglesias Sudafricano. En esa Ć©poca empezó a manifestar abiertamente su apoyo al movimiento de la Conciencia Negra e intensificó su activismo antiapartheid hasta convertirse en una figura de resonancia internacional, llegando a reunirse con los principales lĆderes polĆticos y religiosos.
«Una sociedad sin divisiones raciales»
En sus discursos, Tutu proponĆa construir Ā«una sociedad democrĆ”tica y justa, sin divisiones racialesĀ», con igualdad de derechos civiles para todos. Ā«Si eres neutral en situaciones de injusticia, es que has elegido el lado del opresorĀ», solĆa decir. En 1994, ya como arzobispo de Ciudad del Cabo fue encargado de presentar al primer presidente negro de una SudĆ”frica sin el rĆ©gimen del apartheid: Nelson Mandela.
Durante el gobierno de Mandela, Tutu fue designado presidente de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, organismo creado por la Ley para la Promoción de la Unidad Nacional y la Reconciliación de 1995, que tenĆa el objetivo de llevar justicia a quienes fueron vĆctimas de las polĆticas segregacionistas. El apartheid habĆa sido impuesto en SudĆ”frica en 1944 y fue el presidente Frederik de Klerk, fallecido el mes pasado y Premio Nobel junto a Nelson Mandela, quien en 1991 puso fin a ese sistema despuĆ©s de reunirse con representantes de las comunidades Ć©tnicas del paĆs. (Con información de Pagina 12)
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