Ante el bloqueo financiero occidental, Moscú recurre a intercambios de bienes con China, India y otros socios, una práctica que evoca los años 90 y revela las grietas de su economía

Rusia ha reactivado el trueque en su comercio exterior como estrategia para sortear las más de 25,000 sanciones impuestas por Occidente desde 2014, según revelan documentos oficiales, declaraciones de aduanas y fuentes comerciales consultadas por agencias internacionales. Empresas rusas intercambian trigo por automóviles chinos, semillas de lino por materiales de construcción o metales por maquinaria, en un regreso a prácticas abandonadas tras la caída de la URSS que expone los límites de su integración económica bajo el peso de la guerra en Ucrania.
El trueque como escape a la asfixia financiera
El Ministerio de Economía ruso publicó en 2024 una Guía de transacciones de trueque con el extranjero de 14 páginas, donde instruye a las empresas sobre cómo utilizar este método para «eludir las restricciones de las sanciones». El documento, citado por la agencia Reuters, incluso propone crear una plataforma estatal de trueque que funcione como bolsa de intercambios. Hasta ahora, se han identificado al menos ocho operaciones de este tipo —antes no registradas—, basadas en fuentes comerciales, datos aduaneros y declaraciones corporativas.
Entre los casos documentados destacan:
- Automóviles chinos por trigo ruso: Socios chinos exigieron a sus contrapartes rusas pagar en grano, según dos fuentes comerciales. Los vehículos se adquirían en China con yuanes, mientras el trigo se compraba en Rusia con rublos, para luego intercambiarse sin movimiento de divisas.
- Semillas de lino por electrodomésticos y materiales de construcción: Una transacción registrada en los Urales en 2024 alcanzó un valor estimado de 100,000 dólares, según declaraciones aduaneras.
- Metales por maquinaria: China recibió aleaciones de acero y aluminio a cambio de motores marinos, como planeaba la empresa Hainan Longpan Oilfield Technology Co. (que no respondió a solicitudes de comentarios).
- Aluminio para pagar servicios chinos: Un importador ruso usó este metal como moneda de cambio con una empresa asiática.
Además, dos fuentes confirmaron a Reuters que algunas operaciones han permitido introducir en Rusia productos occidentales prohibidos por las sanciones, aunque sin precisar detalles.
¿Por qué resurge el trueque?
Tres factores clave explican este fenómeno, según analistas y actores del mercado:
- Bloqueo del sistema financiero:
- La desconexión de bancos rusos de SWIFT en 2022 y las advertencias de EE.UU. a entidades chinas en 2024 por apoyar el esfuerzo bélico ruso han generado temor a sanciones secundarias.
- «Los bancos chinos evitan transacciones con Rusia por riesgo de represalias», declaró una fuente del sector de pagos a Reuters. El trueque, al no dejar rastro en dólares o euros, reduce esta exposición.
- Presión económica y desdolarización:
- Aunque el presidente Vladimir Putin asegura que la economía rusa ha crecido más que el G7 desde 2022, el Banco Central admitió en 2025 que el país está técnicamente en recesión, con inflación elevada.
- La divergencia entre las estadísticas del banco central y las aduanas —que alcanzó 7,000 millones de dólares en el primer semestre de 2025— podría reflejar operaciones no registradas, como trueques, según tres analistas.
- Falta de alternativas viables:
- Algunas empresas recurren a «agentes de pago» (con alto riesgo) o a criptomonedas, pero estas opciones son limitadas.
- «No hay una solución tecnológica única. Las empresas usan entre 10 y 15 métodos de pago distintos para sobrevivir», explicó Sergey Putyatinsky, vicepresidente de la firma financiera BCS.
Impacto y perspectivas: ¿Un síntoma de debilidad?
Pese a que el Servicio Federal de Aduanas minimizó el volumen de trueques —«insignificante» frente al comercio total—, los expertos advierten de su crecimiento. Maxim Spassky, secretario de la Unión Ruso-Asiática de Industriales, vaticinó que «los volúmenes seguirán aumentando» debido a la «desdolarización y los problemas de liquidez».
Datos oficiales reflejan tensiones:
- El superávit comercial ruso cayó un 14% en los primeros siete meses de 2025 (hasta 77,200 millones de dólares).
- Las exportaciones se redujeron en 11,500 millones (a 232,600 millones), mientras las importaciones subieron 1,200 millones (a 155,400 millones).
En la Expo de Kazán (agosto 2025), empresarios chinos como Xu Xinjing (presidente de Hainan Longpan) defendieron el trueque como «oportunidad ante los pagos limitados». Sin embargo, el gobierno y el Banco Central rusos eludieron comentar el tema, alegando falta de datos específicos.
Contexto histórico: Un retroceso de tres décadas
El trueque fue común en Rusia durante los años 90, tras el colapso de la URSS, cuando la hiperinflación y la falta de divisas obligaron a empresas y ciudadanos a intercambiar bienes. Su resurgimiento en 2025 —con una economía 2.2 billones de dólares— subraya cómo la guerra en Ucrania y las sanciones han distorsionado el modelo comercial ruso, alejándolo de Occidente y acercándolo a socios como China, India y Pakistán, aunque con métodos cada vez más opacos.
Mientras Moscú insiste en que su economía «supera las expectativas», el regreso al trueque internacional —una práctica premoderna— revela las fisuras de un sistema bajo asedio.
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