Los precios de los alimentos alcanzaron niveles históricos en 2025, con el costo de la canasta alimentaria urbana triplicándose desde 2010 y el kilo de bistec de res aumentando casi 160% en el mismo periodo.
En México, el costo de la alimentación ha marcado un encarecimiento sostenido en los últimos quince años, reflejando un fenómeno global con fuertes repercusiones locales. Los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), antes de su desaparición institucional, mostraron que el valor de la canasta alimentaria urbana en 2024 se situaba en 2,363 pesos mensuales por persona, un aumento de más del triple respecto a los 692 pesos que costaba en 2010.
El encarecimiento de la carne
La carne de res, un producto clave en la dieta mexicana, ha sido un indicador de esta escalada de precios:
- Evolución del Bistec: El precio del kilo de bistec, que rondaba los 85 pesos en 2010, alcanzó los 187 pesos en 2024 (según Profeco) y se vende entre 210 y 230 pesos por kilo en octubre de 2025. Esto representa un aumento de casi 160% en quince años.
- Impacto Familiar: El encarecimiento ha deteriorado el poder adquisitivo, obligando a una familia promedio a destinar entre 35% y 45% de su ingreso mensual solo a alimentos. Ante esto, el consumo de carne se está reduciendo o sustituyendo por proteínas más baratas como el pollo o las legumbres.
Este fenómeno tiene raíces globales; la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reportó en septiembre de 2025 que el índice mundial de precios de la carne alcanzó un máximo histórico por sequías y escasez de ganado. México enfrenta problemas adicionales como la presencia del gusano barrenador y el encarecimiento del transporte. Lo que antes era un alimento cotidiano se ha convertido en un símbolo de la desigualdad alimentaria.
La información y los datos provienen de EL ECONOMISTA, basados en reportes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), cifras del Inegi, registros complementarios de la Profeco y reportes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
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